lunes, 18 de octubre de 2010

¿Somos idiotas?

El ciudadano favorito de las autoridades es el idiota, o sea, quien anuncia con fatuidad "yo no me meto en la política". Así describe Fernando Savater a los desatendidos, a los que dejan las decisiones primordiales del país en manos de otros, a los que reclaman beneficios y protecciones por parte del Estado -incluyendo espectáculos y diversión- pero no participan o exigen eficacia. Y el Estado mexicano, sólo parcialmente democrático, vive feliz atendiendo las necesidades de tantos mexicanos a quienes trata como "feligreses" en vez de ciudadanos. A quienes ofrece los beneficios de pertenencia a una iglesia o a un club, donde se antepone la devoción a una secta y se sacrifican de manera rutinaria los derechos democráticos. A quienes mediante segundos pisos y dádivas diarias y piscinas instaladas sobre el Paseo de la Reforma vuelven a los mexicanos adictos al populismo.

Adictos a pensar que el mejor político es el que más obra política construye, el que más sacos de cemento regala, el que más subsidios garantiza, el que mejores promesas hace. Adictos a la simplificación de la complejidad mediante la cual un partido ofrece "vales para medicinas", la eliminación de la tenencia unos días antes del proceso electoral, el dinero en efectivo entregado de camino a la urna, la disminución del IVA, los subsidios a la gasolina. Desde la fundación del PRI, el populismo siempre nos ha acompañado, pero hoy en día parece aún más en boga. El PRI tiene a Enrique Peña Nieto, el PRD/PT/Convergencia a Andrés Manuel Obrador y a Marcelo Ebrard, el PAN a Felipe Calderón quien suele caer en la tentación populista en cada Informe de Gobierno o antes de cualquier contienda electoral.

Y no es difícil entender por qué recurren al populismo como instrumento para gobernar. El populismo hace que todo sea tan simple, tan claro, "haiga sido como haiga sido". Divide al mundo en "fanáticos" o "gente decente que trabaja y lleva a sus hijos a la escuela". Clasifica a los mexicanos en los puros y los que generan "asquito". Separa a México en el "pueblo bueno" y "la mafia que se ha adueñado del país". Algo tan complejo como la crisis post-electoral del 2006 se atribuye al odio y al rencor generado por López Obrador. Algo tan complicado como las razones detrás de nuestro crónico subdesempeño económico se atribuye a "el pillaje neoliberal". Cada bando busca organizar sus odios, generar sus propios adictos, dividir conforme a sus principios impolutos. Peor aún, el populismo absuelve a los ciudadanos de la responsabilidad para encarar los problemas del país.

Como señala Savater en su Diccionario del ciudadano sin miedo a saber, el vicio del populismo va acompañado del vicio del paternalismo. El vicio de los gobiernos y las autoridades públicas de empeñarse en salvar a los ciudadanos del peligro que representan para sí mismos. Los políticos mexicanos de todas las estirpes se ofrecen solícitamente para dispensar a los ciudadanos de la pesada carga de su autonomía. Su lema es "Yo te guiaré: confía en mí y te daré lo que quieres". Un desfile multimillonario para festejar el Bicentenario: allí está. Una pista de hielo en el Zócalo: allí viene. Pena de muerte para los secuestradores; el Partido Verde apoya la iniciativa. Un hombre con pantalones capaz de imponer cambios aunque sea de forma autoritaria: allí está Carlos Salinas, otra vez. Una popular novia actriz de telenovelas: aparece en cada "spot" de Peña Nieto. México carga con uno de los mayores peligros de las democracias: una casta de "especialistas en mandar" que se convierten en eternos candidatos. En cada elección asistimos -y contribuimos- al reciclaje de pillos.

Y el problema es que alcanzan esa posición gracias a la flojera o al desinterés del resto de los ciudadanos, que dimiten del ejercicio continuo de vigilancia y supervisión que les corresponde. Los idiotas mandan porque otros idiotas los eligen. Los idiotas mandan porque logran erigirse en una especie de diosecillos que siempre tienen la razón, dado que los apoya el pueblo y el pueblo nunca se equivoca. El populismo ya sea de derecha o de izquierda sobrevive porque no hemos alcanzado la educación que premie la disidencia individual sobre la unanimidad colectiva. Que recompense el mérito en lugar del compadrazgo. Que nutra nuestra capacidad de luchar contra lo peor para que venga lo mejor. Que construya ciudadanos autónomos, libres, de carne y hueso. Que institucionalice la desconfianza en los líderes y la vigilancia sobre ellos por diferentes medios.

Según un estudio reciente del encuestador Alejandro Moreno, 66 por ciento de los mexicanos piensa que "personas como yo no tenemos influencia sobre lo que el gobierno hace". Si eso no cambia, México seguirá siendo un terreno fértil para quienes quieren mantener a sus habitantes en una permanente minoría de edad, ajenos a la política y residentes permanentes del lugar mental donde faltan la resolución y el valor para participar en el espacio público. Y seguirá siendo un país gobernado por proto-populistas y ciudadanos idiotizados que los celebran.


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Autora Denisse Dresser , gran periodista y académica especializada en Ciencias Politicas del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México)  , Aqui pondre a varia gente que se me vino a mente al leer este magnifico articulo espero que opinen sobre este tema , aclaro Dresser utiliza Idiota por su etimología, la cual proviene del Griego (Idiotes) Idio que quiere decir "Propio", Así se le denomina a todo aquel que no se ocupa de los asuntos públicos , cambie Mexico por Costa Rica o Venezuela, cambie PRI por PLN . o simplemente imagínese en cualquier país de Latinoamerica.

miércoles, 13 de octubre de 2010

La Política del Chorizo, La Política del Tugurio


Quisiera hablar primero sobre los mineros atrapados y siendo rescatados en estos momentos, mi opinión sobre todo el asunto es que por justamente la pésima regulación y la actitud corrupta de la empresa, es que hoy esta situación tragicómica se ha transformado en un Show mediático, de esos hay muchos mas mineros que son enterrados  económicamente, la fortuna de los 33 es la des fortuna de miles mas que no recibirán los premios injustificados que están recibiendo sus hermanos.

Pero esto tiene un trasfondo mas allá de 33 mineros que sobrevivieron antes condiciones adversas, Ese trasfondo se le puede titular la actitud. La actitud es lo que determina cuando algo esta bien echo o mal echo, esta determina cuando algo va a ocasionar mayores problemas y mayores tragedias, la Naturaleza no ocasiona desastres es el ser humano quien en fallta de honestidad y prevención se pone a si mismo en peligro, los muertos por huracanes, terremotos y largo etc usualmente tienen responsables  con nombre y apellidos que por su omisión de o su permitir de, nos ponen a todos en peligro.

Los 33 son consecuencia no de la mala suerte de la natura sino de la mala prevención y el abuso que se comete al jalarle mucho el rabo a la ternera, una ternera que cuando responde lo hace sin importarle a quien se lleve en banda. Considero importante ver hacia adentro antes de criticar lo que conllevo a la realidad chilena, algo que hay que reconocer es que el país  hermano gracias a los dos últimos sucesos están posiblemente cambiando de actitud y de paradigma, ojala los muertos y los que no sirvan para cambiar el modelo chileno.  Como lo muestra esta noticia por lo menos algo se esta haciendo por lo menos a una empresa privada se le responsabiliza por su irresponsabilidad , http://www.elpais.com/articulo/internacional/Quien/gana/quien/pierde/crisis/mineros/elpepuint/20101013elpepuint_6/Tes (gracias @
Juan Carlos Fonseca Herrera por la nota)

Pero nosotros no hemos sufrido este tipo de desastre natural, aun no y lo debemos,  Por ejemplo Chinchona esta siendo construido sin los permisos adecuados, el terremoto no surtio efecto y volverán a cometer los mismos errores que se capitalizaron en el terremoto pasado, la reconstrucción de Chinchona se esta haciendo mal y a la Tica sin evaluación técnica concisa, este es el dejar hacer , dejar pasar costarricense, mientras puedan seguir siendo reaccionarios todo esta pura vida, pero cuando a responsabilidad técnica se refiere y el control sobre los planes reguladores del país se refiere pues la actitud es casi infantil y peligrosa, se convierten en sus propios asesinos.  Ironía es ver como acá nos solidarizamos con mineros rescatados,  mientras que acá infinito gold quiere ponernos en el mismo peligro.


Otro Buen ejemplo es el trillo de caldera, recientemente el Semanario Universidad publica dos importantes noticias referente al tema de la concesión:

Derrumbes en vía a Caldera causan daños por ¢2.000 millones al INCOFER

http://www.semanario.ucr.ac.cr/index.php/mainmenu-pais/3074-derrumbes-en-via-a-caldera-causan-danos-por-c2000-millones-al-incofer.html

Fijan en ¢581 millones daños ambientales causados por obras en vía a Caldera 

http://www.semanario.ucr.ac.cr/index.php/mainmenu-pais/3075-fijan-en-c581-millones-danos-ambientales-causados-por-obras-en-via-a-caldera.html

Ambas muestran una escena que desde inicio se había mencionado, el fracaso del modelo de concesión es inevitable y esto se radica en que la laxa regulación y la pésima actitud no solo del Gobierno sino de la Empresa privada que se abusa de la condición. Yo no celebro el rescate de los Mineros, es mas me parece que era lo mínimo que se debía hacer, inclusive uno de ellos anteriormente habia estado enterrado en otro "accidente" minero cerca de la misma zona. Lo cual me lleva  a la razón del titulo de este articulo, La política del Chorizo es aquella que se emplea para saltar o evitar un proceso que esta diseñado para asegurar prevención, lo que origina la Política del Tugurio, la misma política que nos gobierna, la política de permitir la mediocridad en el obra publica  o permitir la obra donde no se debe hacer ejemplo el Estadio Nacional. 

Ciertamente muchos podrian sentir la emocionalidad del momento y hasta tener empatia por ellos, mi caso por falta de ambas en esta particular situación pues me hace pensar que la situacion como muchas otras "tragedias naturales" se han utilizado, por ejemplo en Haiti aun esperan que las promesas se cumplan, es muy facil ser reaccionarios pero muy difícil ser prevesor. Las tragedias no deben ser escenario para mas que la experiencia que enseña a cuidar  y no someter todo esto al show mediático para enfatizar lo "positivo" de algo , cuando lo menos que tiene es de positivo. Los "Accidentes" NO suceden, especialmente cuando el humano esta presente.


Saludos a Todos , Buenas Noches y Buena Suerte